Anoche asistí al concierto que
Charles Aznavour ofrecía en Madrid en el Barclaycard Center de Madrid,( antes
Palacio de los Deportes).
Sin duda alguna una muy amable
experiencia de la cual todavía me siento impresionada.
Charles Aznavour tiene en la
actualidad 92 años y en mayo cumplirá 93. Empezó su carrera artística en el
año… ¡1954! Bueno no digo más que con la cantidad de años que tengo
coleccionados, en ese año yo era todavía una niña…
Lo he traído aquí porque en
las dos horas que duró el concierto -sin descanso y cantando en directo, nada
de playback- casi no podía creer que alguien de esa edad estuviera en esas
magníficas condiciones vocales y corporales.
Cantó maravillosamente, con
ese gusto que le caracteriza, sintiendo lo que canta y por ello transmitiendo
emociones…Cantaba, charlaba con el público con una hermosa dinámica de
serenidad y sabiduría.
Una de las cosas que dijo de
su secreto de “juventud” es que “siempre trata de recordar las cosas buenas de
la vida, las negativas se le han olvidado”.
Amigos, eso sí que es
sabiduría!!
Con lo cual reitero lo
importante que es buscar el lado amable de la vida, los momentos felices, los
episodios simpáticos que todos tenemos en nuestra mochila de la vida. Quizás
los tengamos ahí en el fondo de esa mochila olvidados porque los
acontecimientos actuales los han ensombrecido…no sé, quizás pensamos que
nuestro ánimo no está para “tonterías” o que eso ya pasó y ahora toca sufrir…
Pues yo afirmo que los bellos
recuerdos hay que actualizarlos, recordarlos y nada de añorar, porque añorar es
negativo, hay que activar esa memoria y analizar como éramos cuando nos
sentíamos felices. A lo mejor podríamos empezar a ser mentalmente jóvenes y
seguir teniendo nuevas experiencias hermosas y agradables…como este gran señor
de la canción:
Joven en su vejez cronológica,
enamorado de la vida, que sabe transmitirlo, feliz de ser como es, con humor y
dinamismo…
Aquí os dejo el vídeo que
encontré en Youtube precisamente del anuncio de este concierto de anoche cuando cantó
ya al final “La Boheme” y, con un aforo de 10.000 personas en esa inmensa sala,
casi en su totalidad canturreamos con él.
Fue apoteósico!!
Maria Dolores Velasco